El comercio es una de las actividades humanas más antiguas de las que se tiene registro. Aunque en el fondo el concepto es el mismo, las formas han ido evolucionando.
Desde el principio de la humanidad y aun nuestros tiempos, las actividades comerciales han sido pilar en la integración de nuestras sociedades. Desde el trueque con obsidiana en la Edad de Piedra, pasando por la invención de la moneda en Esparta y Roma, hasta la creación de los grandes almacenes en la Era Moderna, las franquicias y los medios electrónicos de pago, el comercio y la forma en que lo realizamos han sufrido un cambio dramático. La distribución en red es uno de los pasos significativos en este cambio.
También conocida como distribución multinivel o “network marketing” en inglés, la distribución en red es un “negocio con sistema” en el que el individuo se asocia directamente con el fabricante para distribuir sus bienes o servicios. Esta distribución la realiza mediante esfuerzos de venta directa o reclutando a otros individuos para formar así su propia red de distribución. El individuo es entonces compensado por las ventas que él y su red de distribución generen a la compañía.
El mayor atractivo de un negocio de distribución en red es que bien ejecutado, puede ser tanto o más rentable que un negocio común. No es difícil encontrar a personas en esta industria que empezaron desde cero y en sólo un par de años, sus ingresos rebasan los 200,000 dólares al año. La razón principal: la distribución en red tiene como naturaleza un comportamiento viral con crecimiento exponencial.
Para darnos una idea de lo que ello significa consideremos el siguiente ejemplo: si usted invita a cinco personas al negocio y estas cinco personas invitan a otras cinco personas y la tendencia se propaga de generación en generación, sólo en el noveno nivel usted tendría en su red cerca de dos millones de personas (calcule 5^9). Suponiendo que usted recibiera como comisión mensual sólo un dólar por los productos que vende cada persona en su red... ganaría millones de dólares al mes.
Aunque desarrollar una red con estas características es casi imposible, no resulta raro encontrar redes de distribución con miles o decenas de miles de personas, en donde la compensación económica es sumamente atractiva.
Además del factor económico, la distribución en red tiene otras propiedades interesantes:
• Se puede iniciar sin tener que dejar su trabajo actual y puede ser fuente de un ingreso extra o “ingreso residual”.
• No es requisito contar con conocimientos previos de alguna índole. Cualquier persona con la actitud adecuada puede tener éxito.
• Al igual que una franquicia, los esquemas de distribución en red disponen de un sistema de operación claramente definido en el que las actividades y responsabilidades del individuo están perfectamente acotadas, lo que incrementa sus probabilidades de éxito.
• La inversión requerida para iniciar el negocio es considerablemente menor comparada con la inversión necesaria para la adquisición de una franquicia.
• Como todo negocio, puede heredar a sus familiares o vender a un tercero.
El esquema multinivel y su incorrecta relación con las pirámides
Desafortunadamente, existe una desinformación generalizada sobre la relación que guardan la distribución en red y los esquemas piramidales. Las pirámides son simples juegos de dinero en donde la gente invierte sumas considerables bajo la promesa de que recibirán a cambio fuertes ganancias sin establecer claramente cómo se logrará este hecho. Por lo general, no hay ningún producto involucrado o si lo hay, se premia más al reclutamiento de individuos que al acto de comercio en sí. Es común en este tipo de esquemas que la punta de la pirámide gane el dinero que pierde la base, es decir, las ganancias de unos son las pérdidas de otros. Por ello las pirámides son consideradas ilegales en casi en todo el mundo.
En contraste, la distribución en red es un negocio totalmente legal que tiene como base una actividad comercial legítima similar a la de cualquier otra empresa. Antes que nada, se distribuyen productos reales que la gente desea y que compra a un precio justo. Aunque algunas personas ganan fuertes sumas de dinero en el negocio, este ingreso es siempre el resultado de una ardua labor de promoción y de un esfuerzo considerable para construir su red de distribución.
Empresas serias como Avon, Amway, Mary Kay y Topper Ware tienen más de 40 años comercializando sus productos por medio de este tipo de esquemas. Todas ellas se encuentran registradas, debidamente constituidas y forman parte de la “Multi Level Marketing Internacional Association” ( www.mlmia.com ) o aparecen frecuentemente en artículos del “Network Marketing Business Journal” ( www.mmmonthly.com ).
Diego Bañuelos es Licenciado en Computación por la Universidad Autónoma Metropolitana y cuenta con un posgrado en Planeación Estratégica por la Universidad Anáhuac. Su área de especialidad se relaciona con la creación y distribución de productos de software comercial y con la optimización de procesos empresariales utilizando la tecnología. Actualmente se desempeña como Director General de Grupo BFX, firma especializada en estrategias de comercialización a través de Internet. Twitter: @diegobanuelos
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