Más del 50% de las
Pymes (Pequeñas y medianas empresas) que emprenden año con año, no duran más de
dos años en el mercado. Sólo un pequeño porcentaje
sobrepasa los cinco años. Todas aquellas
que pasan de los dos años sólo están “sobreviviendo” ya que no crecen y se
mantiene en un ciclo en el que sus ganancias no son favorables y sólo pueden
mantenerse a flote.
1. El mito del emprendedor
El primer error garrafal de un emprendedor es creer que por
ser bueno en un área u oficio ya es capaz de poner un negocio relacionado con
eso. Es muy común que conciban un negocio o empresa y quieran hacerse cargo de
más de tres puestos. Ser un abogado exitoso, un excelente programador, o chef
profesional no tiene nada que ver con cómo desarrollar una pyme.
Dentro del emprendimiento se necesita ser consiente que para desarrollar una
empresa sólida y consistente se requiere de personas capaces y expertas en
diferentes áreas como marketing, ventas, operaciones, finanzas, etc.
Si no es así, el emprendedor que tiene a cargo tantos roles
no podrá desempeñar ninguno correctamente, y mucho menos en beneficio de su
negocio. Ya que en vez de ahorrar lo que le pagaría a un buen equipo de trabajo,
lo habrá perdido.
Durante mucho años y aun actualmente la mayoría de la información,
sistemas o conocimiento sobre negocios que se ha generado está especializada en
grandes empresas. Dentro de las universidades en carreras afines a negocios lo
que enseñan y las prácticas profesionales se hacen/basan en grandes empresas.
Así que se enfocan en que puedan ser empleados de éstas mismas, y no tanto en
el emprendimiento.
Es por eso que querer aplicar los mismos conocimientos para
una gran empresa en una pyme es imposible. Ya que existe una diferencia abismal
dentro de cada una, y las características que requiere una pyme no son las
mismas.
3. Emprendedores desenfocados
En las grandes empresas siempre existe alguien superior a
quien darle cuentas sobre el estado actual del negocio. En una Pyme es
diferente ya que normalmente el dueño está solo. Así que no tiene que rendirle
cuentas a nadie, y cómo está desempeñando tanto roles, está desenfocado. Lo
suficiente como para olvidarse de que un empresa debe ser ordenada y
sistematizada.
Corre de un lado a otro resolviendo problemas urgentes y no se toma el tiempo
para ver su negocio desde fuera, sí que no es que es participe de su propio
fracaso.
Es por eso que la mejor manera de poder sobrellevar está
causa problemática es buscar ayuda de un profesional. Como por ejemplo, el
coaching, ya que éste puede ayudarte a que regreses a ser el líder de tu
negocio, sistematizarlo y no dejar las riendas sueltas hacía un final
desastroso.
4. Desarrollan empresas que los necesitan todo el tiempo
Otro gran error de los emprendedores es crear empresas que
no funcionen sin ellos. Con la falta de conocimiento, enfoque y auto-disciplina los
dueños de las empresas no sistematizan sus negocios para que puedan marchar sin
su presencia.
Es normal que cuando se inicia un negocio toma un tiempo
ordenarlo y ponerlo en marcha pero si haces que dependa de ti todo el tiempo,
te convertirás en un simple empleado. Y no podrás disfrutar de los beneficios
que conlleva ser un emprendedor.
5. No tienen un enfoque de mercado
Muchos emprendedores están desesperados por crear una empresa
y que esta sea exitosa lo más rápido posible. Es por eso que comenten el error
de no tener establecido un nicho dentro del mercado, así que venden de todo, le
hacen a todo, o cambian constantemente ya sea el producto o el servicio según
lo que ellos “creen” que va a funcionar, etc.
Las grandes empresas se han especializado tanto en lo que
venden como a quién se lo están vendiendo, y hacen que su marca se posicione de
esa manera. Este grave error también va acompañado de intentar todo el tiempo
generar ingresos que pierden su diferenciación dentro del mercado.
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